Epidermólisis bullosa

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3. Factores que influyen en la cicatrización de las heridas

En la EB hay muchos factores que pueden impedir un adecuado proceso de cicatrización. Algunos de ellos son:

  • Factores relacionados con la herida: los recogidos en el esquema TIME (ver siguiente apartado):
    • Herida demasiado seca o demasiado húmeda: se recomienda utilizar apósitos de absorción adecuada, así como proteger la piel de alrededor de la herida con productos barrera en crema o spray. Cuando hay humedad excesiva hablamos de maceración, que es un tipo de lesión que reblandece y daña la piel, haciéndola parecer más blanca y con tendencia a romperse. Esto puede aparecer también en zonas en contacto con saliva, orina, heces o alrededor de la gastrostomía en caso de estar presente.
    • Falta de circulación de la sangre en la zona de la herida: se recomienda evitar vendajes muy compresivos, aumentar el ejercicio físico siempre que sea posible y se desaconseja fumar.
    • Bajada de temperatura en la herida: se recomienda atemperar el agua durante la higiene, así como intentar que los cambios de apósitos sean lo más rápidos posible, dentro de una habitación cálida.
    • Hipergranulación en la herida. La hipergranulación es el crecimiento exagerado del tejido nuevo en la herida, teniendo el aspecto de pequeñas excrecencias rosadas-rojizas y brillantes, con tendencia al sangrado. A veces crece a través de los agujeros de las mallas de tul. Se recomienda tratar de manera precoz las infecciones, manejar adecuadamente la humedad y consultar con el médico referente por si es preciso iniciar un corticoide tópico
    • Mantener “tejido seco” en la herida, como pieles secas, costras, esfacelos, etc., puede retrasar la cicatrización. Más adelante hablaremos del desbridamiento que se necesita para realizar una exhaustiva limpieza en estos casos.
    • No aplicar sustancias tóxicas para las células en crecimiento: se recomienda evitar el uso rutinario de productos antisépticos, antibióticos o corticoides a largo plazo, sino utilizarlos con precaución solo cuando esté indicado por su equipo y durante el tiempo indicado.
    • Apósitos enganchados a la herida: se recomienda utilizar apósitos adecuados y retirarlos siempre que se pueda tras humedecerlos muy bien con agua. En algunos casos puede ser útil utilizar productos eliminadores de adhesivo médico. Para retirar el apósito siempre se debería separar el borde suavemente y enrollarlo sobre sí mismo poco a poco, humedeciendo y retirando progresivamente. 
    • Zona de la herida: las zonas susceptibles de recibir golpes, las zonas articulares y aquellas que están sometidas a presión tienen más riesgo de cicatrizar de manera complicada. Se recomienda acolchar las áreas siempre que sea necesario, asegurar una movilidad normal, utilizar colchones o cojines para aliviar la presión, no apretar los vendajes ni utilizar ropa muy ajustada.
  • Déficits nutricionales: el escaso aporte de nutrientes, como proteínas y vitaminas, puede dificultar la cicatrización. En algunos casos y bajo indicación médica se puede indicar la suplementación nutricional.
Pastillas
Imagen de Pixabay
  • Anemia: también está muy relacionada con la nutrición. Los estados de anemia dificultan la correcta cicatrización, por lo que siempre debería ser valorada y tratada.
  • Factores ambientales: la falta de sueño, el dolor, el estrés, etc., pueden disminuir la cicatrización de las heridas puesto que están relacionados con la respuesta de nuestro cuerpo ante los agentes y daños externos. Hay que vigilar estos síntomas y comentarlos con el equipo de referencia.
  • Enfermedades intercurrentes: algunas enfermedades comunes y puntuales, especialmente aquellas infecciosas como la gripe o las diarreas, podrían empeorar la evolución de las heridas o incluso aumentar la cantidad de las mismas. Esto puede deberse, por ejemplo, al aumento de temperatura cuando hay fiebre o a la afectación del sistema inmunitario
  • Edad: hay estudios que demuestran que las heridas tardan más en cicatrizarse con la edad. Con el envejecimiento se interrumpe la comunicación entre las células de la piel y las células inmunes, por ello se acaba ralentizando la reparación de la piel. Esto es más acusado todavía en las personas con epidermólisis bullosa, puesto que su piel ya sufre una alteración de las células y lleva años expuesta a la continua aparición de heridas, por lo que es una piel “más castigada” y con mayor dificultad para cicatrizar en edades adultas que en edades pediátricas.
Última modificación
Jue, 22/06/2023 - 12:22