Kit de herramientas Share4Rare para la defensa del paciente
Creando tu equipo
Si decides ejercer tu defensa en equipo, identificar a las personas correctas es crucial. Las habilidades necesarias deberían estar equilibradas entre todas las personas que conformen el equipo de manera que se cubran los vacíos en tu propio conocimiento y habilidades. Por ejemplo, puedes ser muy bueno en finanzas pero muy mal orador; buscar a una persona que tenga una buena capacidad de comunicación oral en público te ayudará a representar tu causa de manera más efectiva.
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Líderes de equipo
Focalízate en las fortalezas de tu equipo. Si crees que tus compañeros están empezando a desilusionarse o se están empezando a quemar, recuérdales sus fortalezas, lo que habéis ganado gracias a su esfuerzo y porqué son importantes en tu causa.
Algunas habilidades que puedes buscar para crear un equipo equilibrado son:
- La comunicación oral en público y también en reuniones o eventos de trabajo
- Escribir bien, tanto informes como artículos o crear buenas presentaciones y diseños
- Ser bueno con las finanzas
- Ser organizado/a
- Ser autónomo/a y responsable
- Tener una personalidad abierta
- Bueno/a en el trabajo en equipo
- Motivado/a
- Pro-activo/a
- Resiliente
No es necesario que todas estas habilidades estén presentes en una o dos personas sino que estén repartidas entre todo el equipo, lo cual ayudará a minimizar el desequilibrio causado cuando una persona decide dejar de formar parte del mismo.
Investiga las motivaciones que tienen las personas que se unen a tu equipo, por qué quieren unirse y qué piensan que podrán aportar a vuestra labor como defensores.
Gestionar conflictos de equipo
El trabajo en equipo y colaborativo es esencial para la defensa del paciente. Todos los defensores trabajan para conseguir un objetivo común y necesitan a otros para conseguir lo que no pueden solos. Sin embargo, trabajar de manera conjunta con éxito comporta también retos dentro del equipo. Puede haber barreras o conflictos que no necesariamente supongan un obstáculo para el trabajo en equipo si se manejan correctamente y a tiempo.
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Algunos consejos para manejar los conflictos en equipo:
- Asegúrate que tenéis un objetivo común. Si la visión compartida no existe, es difícil ser consciente de cuál es el resultado esperado.
- Crea un espacio para la discusión donde todas las voces sean escuchadas. Asegúrate de entender y respetar las perspectivas de todas las personas.
- Encuentra patrones subyacentes y buscadles soluciones de manera conjunta. Sois vosotros/as contra el reto, no vosotros/as contra vosotros/as mismos/as.
- Asigna recursos y capacidad para resolver el conflicto: pon esfuerzo en encontrar y probar diferentes soluciones.
- Celebra los conflictos que resolváis e identifica los cuellos de botella (factores limitantes) para asegurar que estos conflictos no vuelven a ocurrir en el futuro.