Kit de herramientas Share4Rare para la defensa del paciente

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Creando tu equipo

Si decides ejercer tu defensa en equipo, identificar a las personas correctas es crucial. Las habilidades necesarias deberían estar equilibradas entre todas las personas que conformen el equipo de manera que se cubran los vacíos en tu propio conocimiento y habilidades. Por ejemplo, puedes ser muy bueno en finanzas pero muy mal orador; buscar a una persona que tenga una buena capacidad de comunicación oral en público te ayudará a representar tu causa de manera más efectiva.

Fuente: Pixabay


Líderes de equipo

Focalízate en las fortalezas de tu equipo. Si crees que tus compañeros están empezando a desilusionarse o se están empezando a quemar, recuérdales sus fortalezas, lo que habéis ganado gracias a su esfuerzo y porqué son importantes en tu causa.

Algunas habilidades que puedes buscar para crear un equipo equilibrado son:

  • La comunicación oral en público y también en reuniones o eventos de trabajo
  • Escribir bien, tanto informes como artículos o crear buenas presentaciones y diseños
  • Ser bueno con las finanzas
  • Ser organizado/a
  • Ser autónomo/a y responsable
  • Tener una personalidad abierta
  • Bueno/a en el trabajo en equipo
  • Motivado/a
  • Pro-activo/a
  • Resiliente

No es necesario que todas estas habilidades estén presentes en una o dos personas sino que estén repartidas entre todo el equipo, lo cual ayudará a minimizar el desequilibrio causado cuando una persona decide dejar de formar parte del mismo.

Investiga las motivaciones que tienen las personas que se unen a tu equipo, por qué quieren unirse y qué piensan que podrán aportar a vuestra labor como defensores.


Gestionar conflictos de equipo

El trabajo en equipo y colaborativo es esencial para la defensa del paciente. Todos los defensores trabajan para conseguir un objetivo común y necesitan a otros para conseguir lo que no pueden solos. Sin embargo, trabajar de manera conjunta con éxito comporta también retos dentro del equipo. Puede haber barreras o conflictos que no necesariamente supongan un obstáculo para el trabajo en equipo si se manejan correctamente y a tiempo.

Foto de rawpixel en Unsplash

Algunos consejos para manejar los conflictos en equipo:

  1. Asegúrate que tenéis un objetivo común. Si la visión compartida no existe, es difícil ser consciente de cuál es el resultado esperado.
  2. Crea un espacio para la discusión donde todas las voces sean escuchadas. Asegúrate de entender y respetar las perspectivas de todas las personas.
  3. Encuentra patrones subyacentes y buscadles soluciones de manera conjunta. Sois vosotros/as contra el reto, no vosotros/as contra vosotros/as mismos/as.
  4. Asigna recursos y capacidad para resolver el conflicto: pon esfuerzo en encontrar y probar diferentes soluciones.
  5. Celebra los conflictos que resolváis e identifica los cuellos de botella (factores limitantes) para asegurar que estos conflictos no vuelven a ocurrir en el futuro.
Última modificación
Jue, 28/01/2021 - 12:34