Melanoma pediátrico

Melanoma pediátrico
El melanoma está en aumento, tanto en adultos como en niños. El melanoma infantil, por lo general, se define como el melanoma que ocurre en pacientes menores de 21 años2. Es poco frecuente, con una incidencia de 5-6 casos/1.000.000. de habitantes. Representa aproximadamente sólo el 1-4% de todos los melanomas3,4 y el 1-3% de todas las neoplasias malignas pediátricas5. Por su rareza, estos melanomas no están bien caracterizados. El diagnóstico es difícil de establecer porque a menudo se presentan como una lesión no pigmentada, con un patrón inespecífico o como una lesión aparentemente benigna.
La diferencia fundamental del melanoma infantil es que el proceso mutagénico está acelerado por una predisposición genética del paciente, aumentando la probabilidad de dañar el ADN por la radiación UV. Aunque el melanoma en los niños debute de forma tan prematura, pasa a comportarse de manera similar que el melanoma de los adultos, hecho no muy común de ver en la medicina.
Tipos de melanoma pediátrico
Los melanomas pediátricos a menudo se dividen en tres categorías:
- Melanoma de tipo adulto: El melanoma de tipo adulto rara vez se diagnostica antes de la pubertad. Clínicamente, en pacientes jóvenes muestra varias similitudes con el melanoma adulto, incluyendo evidencia de daño en el DNA inducido por UV y las mutaciones similares.
- Melanoma Spitzoide (MS): Los melanomas Spitzoides son a menudo lunares que pueden crecer formando una masa, de forma redonda y de color uniforme. Por lo tanto, el MS no suele seguir la guía ABCDE utilizada (consulte la sección 3) para el diagnóstico de melanoma. Los lunares Spitzoides pueden ser amelanocíticos, lo que significa que puede ser incoloros y se pueden ulcerar. Además, los MS carecen de mutaciones genéticas comunes del melanoma adulto. Cuando fue descubierto por primera vez en 1948, por Sophie Spitz, los MS fueron descritos como "los melanomas de la infancia". Son más comunes en niños que en adultos.
- Nevus Melanocítico Congénito (NMC): Los NMC son lunares pigmentados o marcas de nacimiento que están presentes en el nacimiento. La investigación actual sugiere que aproximadamente el 1-2% de los casos NMC gigante se convierten en melanoma.
El melanoma ocular y los melanomas de las mucosas son formas raras de la enfermedad pero, aunque infrecuentemente, también pueden ocurrir en niños.
