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Estibaliz Urarte
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Tóxicos, radiación y microbios: factores no genéticos que pueden causar una enfermedad poco frecuente

Contaminación Barcelona
Exploramos condiciones o patologías poco frecuentes cuyo origen no es un fallo al azar o heredado en la replicación del ADN, sino factores ambientales o infecciosos de diversa índole.

Aproximadamente el 80% de las enfermedades poco frecuentes son genéticas y están presentes desde el nacimiento. Pero las enfermedades raras no siempre tienen su origen en una mutación de novo — que ocurre de manera espontánea durante la formación de las células sexuales o durante el desarrollo embrionario — o en un gen defectuoso heredado del padre, de la madre o de ambos. En ciertas ocasiones, el embrión o feto puede verse expuesto a una serie de factores que eventualmente acaban causándole una malformación o patología. Estos mismos factores pueden generar también enfermedades en la edad pediátrica o adulta. En este artículo hablaremos de dichos factores y veremos qué problemas de salud pueden ocasionar, tanto durante el desarrollo embrionario como en etapas posteriores de la vida.

Es conocido que la exposición a sustancias contaminantes o tóxicas puede influir en la salud fetal. Por un lado, tenemos a los contaminantes presentes en el aire, como las partículas en suspensión, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, plomo, etc. Hay estudios que prueban una correlación entre la exposición de las madres gestantes a contaminación atmosférica y el desarrollo de alergias y diversas patologías respiratorias en los niños. Los hidrocarburos aromáticos policíclicos también han demostrado ser tóxicos y cancerígenos y tener efectos en la fertilidad, así como el bisfenol bisfosfato y otros disruptores endocrinos. También se ha demostrado que ciertos factores ambientales a los que se exponen las embarazadas pueden afectar a la tensión arterial de los bebés. A pesar de la evidencia disponible, realizar estudios de este tipo sigue siendo complicado debido a la gran cantidad de factores implicados, la variedad de contaminantes existentes y la necesidad de monitorizar los efectos durante largos periodos de tiempo en poblaciones cambiantes.

Tráfico
El tráfico rodado es una de las fuentes principales de contaminación del aire en las ciudades (Pixabay)

Alcohol y otras drogas

Por otro lado, existen ciertas sustancias como el tabaco, el alcohol u otros estupefacientes, incluidos algunos medicamentos, cuyos efectos perniciosos en la salud han podido estudiarse más en profundidad. El tabaquismo puede afectar al desarrollo neuronal de los niños, hasta el punto de que aquellos que conviven en entornos con humo tienen mayor riesgo de presentar trastornos mentales, depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de aprendizaje, así como bajo peso al nacer. Algo similar ocurre con el alcohol, que además se asocia con la aparición de cardiopatías en el feto entre otras alteraciones a nivel cognitivo, morfológico o fisiológico, englobadas dentro del llamado síndrome alcohólico fetal. Los trastornos generados por estas sustancias se deben a su potencial teratogénico, es decir, a su habilidad para provocar cambios o mutaciones en el ADN de las personas que se exponen a ellas o las consumen. Esto ocurre también con determinados medicamentos. Un ejemplo bien conocido es el de la focomelia o síndrome de Roberts, un síndrome que puede ser causado por mutaciones en el gen ESCO2, pero que en los años 60 del siglo pasado se asoció al uso habitual de talidomida durante el embarazo, un medicamento que se prescribía para aliviar las náuseas. Las personas con focomelia tienen afectadas las extremidades superiores e inferiores, pudiendo ser mucho más cortas de lo normal o estar fusionadas al tronco. A veces aparecen malformaciones craneales y en muchos casos el pronóstico es grave.

Talidomida
Cápsulas de talidomida (Wikimedia)

También es conocido el caso del Depakine, un fármaco antiepiléptico que contiene ácido valproico y que provocó malformaciones conocidas como síndrome fetal por valproato en los bebés de las mujeres que lo tomaron durante el primer trimestre de embarazo entre 2001 y 2004.

Finalmente, algunos episodios bélicos a lo largo de la historia se han caracterizado por el uso de compuestos químicos que provocan mutaciones en el ADN durante el desarrollo embrionario, generando malformaciones y otros problemas del desarrollo. El agente naranja, por ejemplo, fue un herbicida empleado por el ejército de los Estados Unidos para defoliar los bosques vietnamitas entre 1962 y 1971 durante la contienda que mantuvieron ambos países el siglo pasado. La fumigación ha causado que millones de vietnamitas sufran las secuelas de la teratogenicidad del herbicida, y tres generaciones después siguen naciendo bebés con malformaciones. Paradójicamente, los efectos del agente naranja se han estudiado más en veteranos estadounidenses que en la población vietnamita, pero en estos primeros sí que se han confirmado los efectos perjudiciales sobre la salud de la descendencia de las personas expuestas.   

Fumigación con agente naranja en Vietnam
Fumigación con agente naranja en Vietnam por parte de las fuerzas aéreas estadounidenses (Wikipedia)

Los peligros del sol

Es bien sabido que necesitamos el sol para vivir (recordad que la luz ultravioleta, UV, activa la producción de vitamina D), pero debemos tener mucho cuidado con sus efectos perniciosos. Los rayos UV pueden generar mutaciones en el ADN de unas células de nuestra piel, acelerar su envejecimiento y producir diversas patologías oncológicas. Algunos cánceres de piel, como el de células basales, son más comunes, mientras otros, como el melanoma, no lo son tanto, sobre todo en niños. El melanoma se origina por un crecimiento descontrolado de los melanocitos, células que fabrican melanina, el pigmento que da color a la piel, pelo y ojos. Los rayos UV pueden generar mutaciones en el ADN de estas células y producir su crecimiento descontrolado (lo que conocemos como tumor). Algunas enfermedades poco frecuentes, además, pueden hacer que la persona que las padece sea más propensa a desarrollar melanoma, como el xeroderma pigmentosum o el nevus melanocítico congénito.

Para reducir este tipo de riesgos debemos tener mucha precaución a la hora de exponernos al sol: evitar hacerlo en las horas de mayor radiación (de 12:00 a 16:00), protegernos con crema solar adecuada (con factor protector 50), y emplear sombrero o gorra y gafas. Recordemos que aunque el día esté nublado debemos protegernos igual y tener una mayor precaución si vamos a estar en zonas de alta montaña, pues la radiación aumenta

Melanocito
Localización de un melanocito en la capa inferior de la epidermis (Wikipedia) 

Cuidado con las garrapatas

Ciertos microorganismos pueden ser causantes de enfermedades tanto durante la edad pediátrica como en la adulta y en muchos casos son de muy baja prevalencia. Actualmente se habla mucho de la enfermedad de Lyme en España, ya que el número de casos se ha triplicado en los últimos años. Esta enfermedad se produce por una bacteria, Borrelia burgdorferi, que se transmite a través de la picadura de una garrapata. La bacteria puede afectar a numerosos tejidos y órganos, incluido el sistema nervioso, y es imprescindible tratar la infección de manera temprana para evitar males mayores. Las garrapatas que trasmiten la B. burgdorferi tienen las patas negras y suelen estar asociadas al ganado, por ello es frecuente tener contacto con ellas cuando vamos al campo. Son de pequeño tamaño, por ello muchas personas no son conscientes de que han sido picadas y su diagnóstico se retrasa.

enfermedad de lyme eritema
Eritema que aparece tras la infección por Borrelia burgdorferi por picadura de garrapata (Wikimedia)

Una infección también puede ser la desencadenante de algunas enfermedades graves que a simple vista no parecen estar relacionadas con la acción de ningún microorganismo. Cada vez sabemos más sobre la relación entre algunos virus y el desarrollo de cáncer, como en el caso del virus del papiloma humano, el virus del herpes humano tipo 8 o el virus de Epstein-Barr. Este último, de hecho, se ha asociado recientemente a la aparición de esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurodegenerativa en la que las fibras nerviosas van perdiendo su recubrimiento protector (la mielina) y se interrumpen las conexiones entre el cerebro y el resto del cuerpo. La esclerosis múltiple pediátrica es muy rara. La asociación entre el virus de la “enfermedad del beso” (o mononucleosis) y la EM se ha encontrado tras estudiar durante 20 años a una muestra de 10 millones de militares estadounidenses en los que la infección por Epstein-Barr multiplicaba por 32 la posibilidad de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, aún no hay pruebas concluyentes de que este virus sea el único desencadenante de la EM y los expertos apuntan a una combinación de diversos factores. El lupus eritematoso sistémico, una enfermedad autoinmune crónica, también parece estar asociado en ciertos casos a la infección del virus de Epstein-Barr. Como ocurre con la EM, todavía se desconocen los mecanismos desencadenantes y también se piensa que la enfermedad se desarrolla por una mezcla de factores ambientales, genéticos y epigenéticos.

En el año 2015 en Brasil saltó la alarma por un aumento significativo de recién nacidos afectados por microcefalia, una malformación poco frecuente que provoca que la cabeza de los bebés sea más pequeña de lo normal. Tras realizar varios estudios, se concluyó que el virus del Zika estaba detrás de esta anomalía y de otros defectos del sistema nervioso en bebés de mujeres que se habrían infectado estando embarazadas. El virus del Zika se suele transmitir por la picadura de mosquitos del género Aedes, transmisores también de la fiebre amarilla o el chikungunya. Recientemente se han encontrado evidencias del mecanismo mediante el cual se genera la microcefalia y otros problemas neurológicos asociados al Zika, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos antivirales.

Virus Zika
Imagen del virus del Zika a microscopio electrónico (Wikimedia)

Aún queda mucho camino por recorrer en la investigación de la influencia del ambiente en la salud, pero se hace evidente la necesidad de avanzar en este ámbito para poder prevenir y tratar muchas enfermedades poco frecuentes que a día de hoy afectan a millones de personas en todo el mundo.

 

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