Osteogénesis imperfecta
4. OI y embarazo
La OI no parece afectar la fertilidad y, por lo tanto, las mujeres con OI pueden quedarse embarazadas. Las formas leves de OI no suelen tener mayores complicaciones durante el embarazo, pero dado que durante el embarazo y la lactancia es conocido que puede disminuir la densidad mineral ósea (con el mayor riesgo de fracturas subsecuente), deberían idealmente planificar el embarazo y controlar la ingesta de calcio y ejercicio durante el mismo. Algunas mujeres pueden tener un aumento de dolor óseo (especialmente de espalda a medida que avanza el embarazo), aumento de la laxitud de los ligamentos, mayor dificultad para moverse y problemas dentales (al igual que en las mujeres sanas).
Sin embargo, las formas más severas de OI con baja estatura y deformidades de la columna y caja torácica sí que pueden tener un mayor riesgo de complicaciones médicas y obstétricas.
Durante el embarazo, aumenta el volumen de sangre que circula en el cuerpo de la mujer y el corazón debe adaptarse a este mayor volumen. Por otro lado, al ocuparse el abdomen por el feto en crecimiento, el diafragma tiene que subir y disminuye la capacidad del pulmón. Por ello, en aquellas gestantes con OI y disminución de la capacidad pulmonar por deformidades de la columna y/o caja torácica, pueden tener mayor dificultad respiratoria durante el embarazo. A nivel obstétrico se han descrito algunas complicaciones en mujeres con OI: preeclamsia (presión arterial elevada, proteínas en orina, hinchazón…), desprendimiento de placenta, parto prematuro, ruptura uterina… Sin embargo, con los datos que disponemos actualmente, no está claro si estas complicaciones son más frecuentes en gestantes con OI que en mujeres sanas. Aunque en general, el número de cesáreas es mayor en mujeres con OI, la decisión de realizar un parto vaginal o una cesárea, deberá ser estudiada y consensuada con el obstetra, teniendo en cuenta las características de la mujer y el feto.