¿Qué sucede en un laboratorio de genética? (Parte III)

Gen ADN diagnóstico
Tras intentar buscar cambios en el ADN a nivel cromosómico y génico, llega el momento de determinar si una mutación es dañina. ¿Cómo se consigue el diagnóstico? Lo explicamos en este artículo.

Identificar una variante genética es relativamente sencillo, pero determinar si es patogénica, es decir, si tiene efectos negativos para la salud, requiere experiencia sobre la enfermedad y el gen o cromosoma.

En primer lugar, es importante que un experto en genética clínica haya examinado al paciente, sus familiares y la historia familiar, y quizás también los resultados de otros análisis previos. Así, por ejemplo, si el genetista piensa que el paciente puede tener fibrosis quística porque éste presenta síntomas típicos y además otros familiares han padecido la enfermedad, entonces se extraerá una muestra para enviar al laboratorio. Asimismo, se le proporciona al laboratorio toda la información relevante sobre el paciente y la historia familiar y se solicita la búsqueda de mutaciones que causan fibrosis quística. Si el laboratorio encuentra una mutación conocida por causar la enfermedad, entonces se confirmará el diagnóstico.

No siempre hay suerte

En otros casos el laboratorio no podrá determinar si la mutación causa la enfermedad que padece la persona. Estas mutaciones se denominan variantes sin clasificar o de significado incierto, y suponen un cierto grado de frustración para los pacientes y profesionales implicados. Sin embargo, es vital que un laboratorio no establezca que una mutación es dañina si no hay total seguridad de que es así, dado que ello llevaría a un diagnóstico incorrecto.

Además de no poder dilucidar si la variante o mutación causa la enfermedad, puede que ésta ni siquiera se encuentre. Existen diversas razones para no encontrar la variante patogénica:

  1. Algunos análisis genéticos solo analizan las mutaciones más comunes en una determinada enfermedad. Si el paciente tiene una mutación poco frecuente, ésta no se identificará.
  2. No se conocen todos los genes causantes de enfermedad.
  3. El paciente puede no tener la enfermedad de la que se tiene sospecha clínica, lo que supondría que los genetistas están analizando un gen que no es el indicado.

Las técnicas de análisis genético y los conocimientos en el campo de la genética avanzan muy rápidamente. Por tanto, incluso si en el momento actual no se ha podido encontrar la mutación, eso no descarta la posibilidad de que nuevas técnicas permitan a los genetistas identificarlas en el futuro.

Tiempos de diagnóstico

Si el laboratorio sabe exactamente que mutación ha de buscarse (se ha identificado previamente en otro miembro de la familia o se conoce un área delimitada dentro del gen responsable), la tarea es mucho más sencilla y el diagnóstico podría obtenerse en una o dos semanas.

Sin embargo, si no hay ningún familiar en el que se haya identificado la mutación previamente, o si hay muchos genes que puedan causar la enfermedad, el análisis será mucho más complicado. En lugar de centrarse en una región del gen será necesario analizar todo el gen o incluso varios genes. Además, también influirán otros factores como el tamaño del gen y los recursos técnicos del laboratorio.

Por ejemplo, en el caso de la distrofia muscular de Duchenne, la enfermedad está causada por mutaciones en el gen de la distrofina, uno de los genes más grandes conocidos. Se conocen miles de mutaciones en este gen, por lo que determinar cuál es la mutación en un paciente determinado puede ser muy largo y laborioso. Alternativamente, en el caso de la enfermedad de Huntington, las mutaciones el gen de la huntingtina se localizan siempre en la misma región, de forma que los genetistas saben exactamente qué analizar. En este caso el análisis genético es mucho más sencillo y rápido.

La calidad del ADN a analizar es un factor importante. A veces es necesario estudiar la muestra de ADN de una persona fallecida con el fin de identificar la mutación en una familia. Si el ADN de la persona fallecida está muy degradado, esto puede alargar el análisis en el tiempo. En algunos casos puede no ser posible completar el análisis por falta de suficiente ADN.

Errores en el diagnóstico

Al realizar un diagnóstico se toman diversas precauciones para garantizar que el resultado sea correcto. Siempre que se encuentra una mutación, se comprueban los resultados (aunque una buena parte del análisis está automatizado el genetista revisa todo el proceso). Con frecuencia se repite el análisis para confirmar el resultado. También existen métodos que garantizan que no ha habido confusión o mezcla de muestras. Muchos laboratorios participan en programas de control de calidad, lo que contribuye a que los análisis genéticos sean fiables y de calidad.

El destino de la muestra

A menos que el paciente solicite que su muestra se destruya tras la realización de un análisis genético, normalmente se conserva. En cualquier momento el paciente puede pedir información sobre la muestra, solicitar que le sea enviada o que sea destruida. No se utiliza para otros análisis a menos que el paciente de su consentimiento para ello.

A medida que se suceden los avances técnicos, es posible realizar nuevos análisis sobre muestras previamente almacenadas sobre las que se ha dado consentimiento. Los laboratorios pueden anonimizar las muestras y utilizarlas para desarrollar nuevas pruebas, o compartirlas como parte de programas de control de calidad, a menos que la persona especifique que no desea que su muestra se utilice con este fin. El ADN es considerado parte de la historia clínica del paciente y, por tanto, es material confidencial.

 

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