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Estibaliz Urarte
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Identifican una nueva proteína relacionada con el dolor crónico en un estudio preclínico

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Algunas mutaciones en el gen que codifica para la proteína PIEZO2 hipersensibilizan los receptores del dolor en ratones transgénicos.

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, se estima que el 20% de la población adulta padece dolor crónico, y a día de hoy no existen tratamientos para abordarlo de manera eficiente. Este tipo de dolor está íntimamente ligado a la sensibilización de los receptores del dolor, denominados nociceptores.

Recientemente, un equipo de investigadores del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular (Alemania) ha descrito una nueva función de la proteína PIEZO2 relacionada con el dolor crónico, un síntoma común a un gran número de enfermedades raras. Según los resultados obtenidos, la proteína PIEZO2 parece mediar en la hipersensibilidad al dolor crónico. PIEOZ2 forma un canal iónico (canal que atraviesa la membrana de las células por la que pasan iones específicos) en los receptores sensoriales humanos. Hasta ahora, se sabía que esta proteína interviene en la comunicación del sentido del tacto al cerebro, y que aquellas personas con mutaciones en el gen PIEZO2 que hacen que la proteína pierda su función tienen falta de sensibilidad al tacto suave o a las vibraciones. También se había demostrado que las personas con mutaciones de "ganancia de función" en PIEZO2 suelen padecer trastornos complejos del desarrollo, pero este estudio demuestra por primera vez que este tipo concreto de mutaciones causan hipersensibilidad mecánica.

El trabajo, publicado en la revista Brain, empleó ratones transgénicos con mutaciones de ganancia de función en el gen PIEZO2. Por medio de métodos electrofisiológicos se midió la actividad eléctrica en neuronas sensoriales aisladas de estos ratones y se observó que los receptores nociceptivos (neuronas que detectan los estímulos mecánicos dolorosos) eran mucho más sensibles a los estímulos mecánicos.

El investigador principal, Óscar Sánchez-Carranza, explica que para activar los nociceptores es necesario aplastar la piel, pero que en los ratones que poseían estas mutaciones «se activaban con niveles de fuerza mecánica muy bajos, que normalmente se percibirían como un toque».

Actualmente, la mayoría de los analgésicos tienen como diana terapéutica los canales de sodio activados por voltaje, pero no han demostrado ser demasiado eficaces para aliviar el dolor crónico. Los hallazgos de este estudio postulan a los canales PIEZO2 como nuevas dianas de los medicamentos para el dolor.

*Fuente original de la noticiaEntendiendo las raíces del dolor crónico

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Investigación